Carta a Mercedes Gallizo

Carta enviada a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, a la directora de la cárcel de Pamplona, al Juez de Vigilancia Penitenciaria y al Defensor del Pueblo, sobre al implantación de los módulos de respeto…

A LA ATENCIÓN DE Dª. MERCEDES GALLIZO LLAMAS
SECRETARIA GENERAL DE INSTITUCIONES PENITENCIARIAS
Pamplona a 6 de febrero de 2010

Muy Sra. Nuestra:

Por medio de la presente nos ponemos en contacto con usted para poner en su conocimiento los acontecimientos que se están sucediendo en las últimas fechas en el Centro Penitenciario de Pamplona.

Como muy bien usted sabe, desde Instituciones Penitenciarias se está promoviendo la implantación, en todas las cárceles del Estado, de los denominados “módulos de respeto”. En las últimas fechas, se ha comunicado a las internas del modulo de mujeres de la cárcel de Pamplona que va a ser en él donde se va implantar el modulo de respeto en nuestra cárcel.

Tal y como se recoge en el “Manual de Módulos de Respeto” de la página web del Ministerio del Interior, la puesta en funcionamiento de estos módulos requiere, entre otros, la realización de los cuatro siguientes pasos:
– Visita del Centro Penitenciario de León.
– Elaboración del Proyecto.
– Aprobación del Proyecto por el Centro Directivo.
– Puesta en funcionamiento.

El hecho de que las internas de la cárcel de Pamplona ya hayan sido informadas de la próxima implantación en su módulo del modulo de respeto, que a las mismas se le haya hecho llegar una hoja de adhesión voluntaria para participar en este programa, la colocación de al menos 5 nuevas cámaras de seguridad en el modulo… no hace sino evidenciar una cuestión, que se están dando los pasos necesarios para poner en funcionamiento el modulo de respeto en el modulo de mujeres del C.P de Pamplona y todo ello con la aprobación previa de este proyecto por parte del Centro Directivo.

A pesar de esta evidencia, los firmantes de la presente, tenemos la esperanza de que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y su Directora, a la que nos dirigimos, tenga una clara falta de información sobre el lugar donde se va a implantar este módulo y que, tras la lectura de la presente, proceda a replantearse la implantación del modulo de respeto en el modulo de mujeres de la C.P de Pamplona, de otra manera habrá de entenderse que Instituciones Penitenciarias no trata a los presos como personas y vulnera sus derechos de manera flagrante.
A continuación pasamos a hacer una breve descripción del modulo de mujeres de la Cárcel de Pamplona:

Al momento de escribir la presente misiva se encuentran en el módulo de mujeres de la cárcel de Pamplona 14 presas. Estas mujeres tienen edades y nacionalidades diversas. A pesar de ello, y dado que algunas internas llevan en el módulo más de 6 años, con el paso del tiempo han creado una red entre ellas y se han organizado para hacer su convivencia y su permanencia en la cárcel lo más llevadera posible. Cada mujer tiene asignado un destino en el que llevan mucho tiempo con variaciones dependiendo de las entradas y salidas de prisión. Cuando llega una interna nueva al modulo todas las internas se encarga de recibirla y de ser su guía durante las primeras semanas en la cárcel. Entre ellas se ha creado una comunidad a la que pertenecen voluntariamente. Las internas que prefieren mantenerse más independientes pueden serlo siendo la convivencia entre ellas correcta  Como es lógico surgen roces entre las habitantes del modulo que tratan de solucionar. Consideramos importante reseñar que, cuando se han producido estos enfrentamientos, en la mayoría de los casos, ha sido por que al menos una de las partes tenía algún problema mental. Así es la vida en el módulo en lo que respecta a la relación entre las internas.

Todas las mujeres de la Cárcel de Pamplona se encuentran en un único módulo, el cual en si mismo y todas sus instalaciones se caracterizan por su reducido tamaño y espacio. El modulo consta, en la planta baja, de siete habitaciones (celdas en las que a duras penas caben la litera y las internas que la ocupan), una enfermería, una habitación de madres, una habitación de ingresos, una habitación con tres duchas, un aseo, una escuela, una sala de costura, un botiquín, sala del psicólogo y un comedor. La segunda planta comprende un gimnasio- biblioteca del mismo tamaño que el comedor. Cada una de estas plantas tiene aproximadamente 30 m2. Así mismo, el módulo tiene un patio que mide aproximadamente 40 m2.

A pesar de estas características tanto humanas como arquitectónicas se ha decidido implantar el modulo de respeto en el modulo de mujeres de la cárcel de Pamplona.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias define los módulos de respeto como “unidad de separación interior de un centro penitenciario en donde la inclusión del interno es voluntaria y lleva implícita la aceptación de las normas del módulo”.

Como ya hemos dicho, el modulo de mujeres del CP de Pamplona es un único módulo dentro del cual no se pueden realizar separaciones arquitectónicas para dividirlo de manera que éste quedara formado por dos módulos diferenciados, uno de mujeres y otro módulo de respeto de mujeres. Ante esta imposibilidad arquitectónica surge la duda de cómo se va a poder hacer posible la convivencia dentro de un mismo módulo a mujeres sometidas a las normas del módulo de respeto y a mujeres sometidas al régimen penitenciario ordinario. La solución ha sido fácil: las presas que no quieran participar en el módulo de respeto serán trasladadas a otra prisión. Ante esta situación y ni mucho menos de manera voluntaria sino de forma impositiva, todas las presas del módulo han firmado su solicitud de participación voluntaria en el módulo. Es decir, no han sido las internas quienes han solicitado voluntariamente su adhesión al proyecto sino que se les ha impuesto la participación en el mismo siendo que con anterioridad a la firma de su solicitud no se les ha informado correctamente de que supone dicha adhesión estando por tanto abiertas a todo tipo de sorpresas.

Esta situación generada con el beneplácito de todas las instancias implicadas vulnera frontalmente principios básicos del propio módulo de respeto como es la participación voluntaria en el mismo así como principios básicos de todo preso reconocidos por la legislación penitenciaria como es que todo preso tiene derecho a cumplir su condena en su lugar de residencia o donde tiene su arraigo familiar.

Con la implantación del modulo de respeto en el modulo de mujeres de la Cárcel de Pamplona se van a dar unas situaciones que no sabemos si se han tenido en cuenta, (tanto la gravedad como la consecuencia de las mimas) y desconocemos que medidas se han pensado adoptar cuando se sucedan. Estas son:

– ¿Qué va a pasar con las presas que se encuentren de manera preventiva en el modulo de mujeres? ¿Estarán sometidas a las normas del modulo de respeto? En contra partida ¿se les reconocerán beneficios que ofrece a las penadas este nuevo sistema como puede ser permisos, adelantos de tercer grado, libertad condicional, indultos administrativos, salidas terapéuticas…?
– ¿Qué va a pasar con las presas en transito en la Cárcel de Pamplona? ¿Qué va a pasar con las que se encuentren presas a disposición judicial? ¿se verán obligadas a participar en el modulo de respeto? ¿supondrá que el no participar en el modulo se transformará en un régimen de aislamiento?

Aún queremos ir más halla, en la nueva macrocárcel que se va a construir en Pamplona:

– ¿Se ha concretado la construcción de un modulo de respeto?
– ¿Se va a implantar el modulo de respeto en el modulo de mujeres?
– El modulo de mujeres de la nueva cárcel ¿va a ser como el actual, un único módulo?
– ¿Se van a cometer estas mismas irregularidades en la nueva cárcel?
Por último quisiéramos manifestar que la implantación de módulos de respeto a lo largo y ancho de la geografía carcelaria de nuestro país parece ser un intento de dar una visión diferente de la prisión e introducir un modelo “educativo” y reinsertador más “humano”. Si bien la reciente implantación de estos módulos no nos permiten conocer el alcance y consecuencia de estos nuevos sistemas penitenciarios, de los visto y conocido hasta ahora, a los firmantes de esta carta, los módulos de respeto no nos merecen una opinión mejor que la que nos merece la que podríamos llamar prisión tradicional:

– El sistema educativo que impera en estos módulos de respeto es un modelo educativo de refuerzo negativo.
– La conducta negativa de una sola persona afecta negativamente a todo su grupo sin embargo las conductas positivas solo repercuten a nivel personal. Esto cuando menos choca frontalmente y contradice el derecho al tratamiento individualizado que todo preso tiene reconocido por la legislación penitenciaria.
– Los presos pasan a ocupar el papel de vigilantes.
– Se genera una desconfianza entre los internos y conflictos potenciales por cuestiones de relevancia mínima.
– No se alenta un espíritu solidario, critico y responsable. Se impone un sistema individualista y sumiso.
– El control de todas las conductas de los internos anticipa una ingerencia abusiva en la persona.
– Se provoca una gran inseguridad jurídica a los internos ya que no existen una relación de las conductas permitidas o no, sino unas pautas generalizadas (regidas por el concepto de “socialmente normalizado”, termino sin duda muy ambiguo y subjetivo). Esto da lugar a una gran discrecionalidad en las decisiones de los funcionarios.
Con todo lo denunciado a través de la presente carta, creemos que la Dirección General de  Instituciones Penitenciarias debería estudiar a fondo y replantearse la implantación del modulo de respeto en el Centro Penitenciario de Pamplona.

Muy atentamente
ASOCIACIÓN DE APOYO A PRESOS SALHAKETA IRUÑA PRESOEN ALDEKO ELKARTEA


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