Diversos colectivos (entre ellos salhaketa) y sindicatos de Iruñerria impulsan un PRONUNCIAMIENTO SOCIAL en Navarra que tendrá lugar el día 28 de marzo a las 12:30 horas en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona.
«Ya son muchos los años en los que las políticas de los diferentes gobiernos, tanto estatales como autonómicos y municipales, se han ido endureciendo siendo cada vez más represivas y conculcadoras de derechos y libertades, tanto individuales como colectivos. Reflejo de ello son las propuestas de reforma del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana, entre otras, y como guinda del pastel el pacto antiterrorista firmado recientemente.
Desde hace ya tiempo, utilizando como hilo conductor el miedo y el Derecho penal del enemigo, los Estados justifican el endurecimiento de sus sistemas en detrimento de los derechos y libertades de las personas adoptando progresivamente las características de un Estado gendarme. Hemos pasado de un Estado del Bienestar a un Estado vaciado de sus funciones sociales y reservándose y acentuando las de control. Todo esto conlleva, además, a que las sociedades cada vez más individualistas se vayan construyendo en valores que hacen que aflore la rivalidad, la otra como enemiga, los buenos y los malos, el racismo y la xenofobia, el machismo ya insoportable, y un largo etc.
Frente a esta situación es hora de que las personas salgamos a la calle oponiéndonos a estas políticas y concepciones que nos hacen cada vez menos libres y más vulnerables. Estamos en un momento de cambio histórico y éste no puede limitarse exclusivamente a las formas de hacer política sino que tiene que ir acompañado de una ola de cambio real, de cambio profundo, no solo de continente sino también de contenido. Es necesario un progresivo cambio civilizatorio que se sustente en otros valores y formas de entender las relaciones humanas.
Tenemos una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar para decir que NO a las políticas represivas de los Estados, para decir que NO a la cada vez más fuerte cultura del castigo y de la exclusión, porque somos capaces, si nos dejan, de hacer una sociedad mucho más habitable.»
